miércoles, 24 de febrero de 2010

RELATO INCOMPRENDIDO

-Pues sí, amigo mío. Como te digo, para mantener un hogar... En fin, ya sabes lo que es un hogar...
-No, no sé qué es un hogar.
-Je, je. Claro que ahora no es como cuando vivía en mi casa, porque en casa de uno, estando la madre de uno... En fin, ya sabes lo que es una madre.
-No, no sé lo que es una madre.
-Je, je. Las cosas eran de otra manera. Ahora sí, tienes más libertad, entras y sales, haces lo que quieres, dispones de las cosas a tu antojo. En fin, ya sabes lo que es tener libertad...
-No. No sé lo que es tener libertad.
-Je, je. Naturalmente, llevándose uno bien con su mujer, todo cambia. Porque hay cada matrimonio... Cuando se está enamorado, todo se perdona, se disculpa. En fin, ya sabes lo que es tener una buena esposa...
-No. no sé lo que es tener una buena esposa.
-Je, je. Y menos mal que habiendo dinero se ve todo de otra forma. Porque no hay nada peor que no tenerlo. Si se tiene dinero no hay regañinas, ve uno el mundo de color de rosa. Todo es más... En fin, ya sabes lo que es tener dinero...
-No, no sé qué es tener dinero.
-Je, je. Pero no es eso lo peor. ¡La salud, amigo mío! ¿Y cuando no hay salud? Entonces sí que el mundo es un túnel negrísimo. Pero habiendo salud, hay fuerzas para lo que sea... para... Bueno, ya sabes lo que es tener buena salud...
-No, no sé qué es tener buena salud.
Je, je. ¡Ay, amigo! Menos mal que, de cuando en cuando, uno se distrae yendo a algún espectáculo. ¿Qué vas a hacer? ¡Hay que distraerse! ¡Divertirse! Pero divertirse... En fin, ya sabes lo que es divertirse...
-No, no sé qué es divertirse.
-Je, je. En fin todo esto es hablar por hablar. Pura divagación. Ya sabes lo que te quiero decir...
-No, no sé qué es lo que quieres decir.
-¡Bueno! ¡Pero... qué demonios haces tú en el mundo! ¡No sabes nada de nada! ¡No tienes nada! ¡No comprendes nada! ¡No esperas nada! ¡No dices nada! ¿Qué rábanos pintas tú aquí?
-Pues...