domingo, 25 de mayo de 2014

CONCEPTOS DE LA VIDA.

Sólo en las vivencias de la vida se puede llegar a comprender lo profundo de ésta. Son como notas de un examen que, a lo largo de la existencia, estamos anotando en nuestro cuaderno. Son estas notas las que realmente dan calibre a una existencia. Ayudan a cuidarla, a guiarla y tantas veces a intentar comprenderla.

Dicen que la experiencia en la vida no es más que un cúmulo de errores vividos, de los cuales se ha aprendido.

Esto es una tremenda verdad. Pero también es verdad que cada uno tiene las suyas y que así como en las notas, cada uno elabora las propias, y éstas están anotadas en distinto cuaderno.

No sé si esto es filosofía, aunque algunos son capaces de sacar una tesis sobre estos cuatro apuntes.
Dentro de las vivencias juegan un papel muy importante las diferentes facetas del ser humano: amor, locura, vergüenza, pasión, alegría, interés, pena, orgullo, ambición, vanidad, ternura, comprensión…y un sin fin de conceptos propios que sólo están reservados, como ya digo, para el “homo sapiens”.

Y es aquí donde quiero detenerme. Para los que han llegado a mi edad –que García Márquez la definió como juventud tardía y madurez temprana-, estos conceptos cobran de una importancia extraordinaria. Todos ellos están ahí. Evidentemente van caminando junto a cada uno de nosotros. Sin embargo, desde mi posición puedo, incluso, manejarlos y hasta jugar con ellos. Puedo mezclarlos de una forma profunda, y sin apenas esfuerzo.

No hace mucho sentí dolor con la ida definitiva de un buen amigo, sin embargo he hecho uso de los conceptos a los que me estoy refiriendo.

Ciertamente, he jugado con ellos. Al dolor lo he engañado con la alegría; con la alegría de que él no sufrirá más.

He sido capaz de marcarle un tanto a la tristeza, al arrancarle a mi amigo una sonrisa antes de irse.

Con mucho atino he dejado de lado la indiferencia, para dar paso a la coherencia y a la comprensión.
Con todo ello, quiero decir que esto sí es experiencia. Esto sí son vivencias. Esto sí es sacarle una buena nota al examen de la vida. Y ahora me la aplico.

martes, 20 de mayo de 2014

LOTERÍA A MEDIAS.

Estando un día tomando una copa Ricardo y Pepe Luis Vidal, se personó un vendedor ambulante de lotería, así que le compraron un décimo a medias. Y ambos se quedaron pensativos al mismo tiempo. Tras un minuto de silencio meditativo. Ricardo le pregunta a Pepe Luis:

-Si nos toca el gordo, ¿son cinco kilos para cada uno?
-Justo ni un duro más ni un duro menos.
-¿Y tú en qué te gastarías, si nos cayera el premio, tus cinco millones?
-Yo se los daba a Sara. Sara era la mujer, llena de gracia, de mi amigo Pepe Luis. Granaína de mucho mérito, y viuda siempreviva. Ahora es Pepe Luis quien pregunta:

-¿Y tú en qué te gastarías tus cinco millones?

Respuesta de Ricardo tras unos segundos de duda metódica:

-Yo, en peasitos.


(Nota: “Peasitos” se llaman en Sevilla, por “pedacitos”, trozos de pequeño formato de las partes menos nobles de la merluza, que tienen profunda implantación y popular demanda en las típicas freidurías, obradores de pescao frito. En Sevilla nunca ha habido pescaíto. El irritante diminutivo es un barbarismo de importación, mayormente propagado por ignorantes, y que desgraciadamente está adquiriendo carta de naturaleza entre muchos aborígenes tontos del culo. En Sevilla, desde siempre, el diminutivo se ha reservado para el continente, nunca para el contenido. En Sevilla nos apañamos con un cartuchito de pescao, jamás con un cartucho de pescaíto. A ver cuando nos vamos enterando).