lunes, 25 de abril de 2016

VEGA

Con la misma sencillez  y ternura que vinieron al mundo mis cuatro nietos, ha llegado otra personita maravillosa y resplandeciente a la familia.

Todos queríamos saber antes de que naciera cómo serían sus ojos, su cara, el color de su pelo o de su piel, tamaño y… al verla por primera vez, desbordó todo cuanto nos habíamos cuestionado.

Vimos a un lucero divino que pronto abrió los ojos. Su cara es un alarde de perfección; todo bonito, todo remanso. Llegó con su pelo negro y abundante, con su pequeño cuerpo de rebosante salud, y su grácil sonrisa no procurada.

Su hermana y sus primos se mostraron alborotados al mismo tiempo que expectantes, mostrando felicidad y contentos de ver a su nueva compañera de viaje y de juegos.


Ya tenemos a Vega en nuestra vidas, portadora de amor y de alegría. Bienvenida, mi angelito.