lunes, 7 de diciembre de 2009

ESCEPTICISMO VIRTUAL

Es interesante, cuando menos, comprobar el escepticismo que muestran aquellas personas que no dominan el mundo de Internet y no digamos ya, del ordenador como tal.

El “escéptico” observa y opina desde una situación cómoda. No se preocupa de informarse aunque sea mínimamente, de qué es eso. Cuando lee o recibe noticias de que a través de Internet se han prostituido personas, que se venden fármacos sin escrúpulos, se comercia con el sexo de cualquier edad, se rompen matrimonios o cualquier otra noticia negativa, éste se alimenta de eso para después despotricar sobre la red de redes, llegando, incluso, a insultar al que sí conoce este mundo.

El “escéptico” ataca y ataca sin piedad. Lo hace de forma que el oponente no pueda defenderse. Sencillamente no le deja hablar. No oye su opinión.

Sin embargo este tipo de persona, ya sea en el entorno de sus amistades o en el de su propia familia, sí ha tenido, digamos, la “necesidad” de utilizar la red: cuando quiere saber ofertas para vacaciones, cuando quiere saber qué síntomas tiene tal enfermedad, cual es la nota que ha obtenido alguien de los suyos en la Universidad, buscar algo que hable de un tema en concreto que le preocupa o por el que tiene curiosidad, o bien qué cuenta un familiar que está lejos.

En fin tantas y tantas cosas (millones) de las que nos podemos beneficiar. Y no hablemos ya de la interconexión entre personas de todo el mundo.

Pero la enmienda es muy difícil de llevar a cabo con este tipo de personas que, a medida que va despotricando de lo que no conoce se va volviendo cada vez más detestable. No solo practica la política de oídos sordos, sino que todos ellos ya tienen preparada la misma respuesta a la pregunta de: ¿por qué no te preocupas de saber algo aunque sea un poco, de este mundo virtual?

-No, a mi se me dan muy mal esas cosas.

¡¡Pues no opine, y deje de despotricar, caramba!!