miércoles, 24 de abril de 2013

HOY POR HOY.


Llevamos ya mucho tiempo recibiendo hasta el hastío, noticias y sucesos llenos de  insidia por parte de la clase política, y todo ello nos está avocando a una especie de conformismo, tan peligroso, como el propio abandono de las cosas que nos  competen directamente.

Y es que ya nos empieza a dar todo igual. Mientras las muertes que en gran número y a diario, nos está zumbando en los oídos; mientras el hecho de que la corrupción está precisamente justo al lado de nuestra casa, etc., en nuestro entorno diario seguimos viendo  corrupción con la misma frialdad  con la que vemos pasar a una persona por la calle, o a alguien que pide en las esquinas.

Miedo me da la inercia que están llevando las cosas. Todo es impune, cuando la evidencia de la culpabilidad o, cuando menos la incompetencia, es bien palpable.

Así y todo mucho me temo que, a este paso, tampoco creeremos la gran noticia de que la justicia funciona bien, que los políticos son limpios y honrados, que la gente es solidaria con el sentir del pueblo. No, tampoco lo creeremos.

Tan solo nos pararemos a pensar y encontrar extraño, cuando alguien nos aconseje poner tomate frito a un bizcocho. Esa será, sin duda, la noticia a destacar del día.

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