lunes, 29 de abril de 2013

CARTA A MAR, MI NIETA.


Acababa de empezar su andadura el mes de abril. Todo estaba quieto y expectante al mismo tiempo, para ver qué  traería este mes al mundo.

Aparentemente todo seguía igual, el cielo se encendía y se apagaba a medida que iban transcurriendo las horas, la gente andaba en sus quehaceres, el viento corría a su antojo y todo parecía inmerso en un continuo ir y venir de acontecimientos.

Pero el acontecimiento más hermoso acaeció antes de haber transcurrido la primera semana de ese mes dichoso. Acababa de venir al mundo mi nieta Mar. Ese angelito que desde el mismo momento en que entró en nuestras vidas ya florecía y brillaba. Y brillaba haciéndole la competencia al Sol, que hasta éste se sintió celoso, pues la pequeña Mar brillaba por sí sola. Era como si una pequeña partícula se hubiera desprendido de él.

Y con ella también llegó la felicidad y el regocijo de toda su familia. Ha llegado y ya ha ocupado su sitio en ella, como la más hermosa, como la más bonita joya que pueda ser admirada.

Ya está arropada a sus padres, tíos, abuelos y cuenta ya con la compañía, el amor y la alegría de sus primitos Gael y Asier, quienes ya la han besado como sangre de su sangre, como diciéndole: “Anda, Mar, que tenemos toda una vida por delante y hemos de recorrerla y vivirla juntos.”

miércoles, 24 de abril de 2013

HOY POR HOY.


Llevamos ya mucho tiempo recibiendo hasta el hastío, noticias y sucesos llenos de  insidia por parte de la clase política, y todo ello nos está avocando a una especie de conformismo, tan peligroso, como el propio abandono de las cosas que nos  competen directamente.

Y es que ya nos empieza a dar todo igual. Mientras las muertes que en gran número y a diario, nos está zumbando en los oídos; mientras el hecho de que la corrupción está precisamente justo al lado de nuestra casa, etc., en nuestro entorno diario seguimos viendo  corrupción con la misma frialdad  con la que vemos pasar a una persona por la calle, o a alguien que pide en las esquinas.

Miedo me da la inercia que están llevando las cosas. Todo es impune, cuando la evidencia de la culpabilidad o, cuando menos la incompetencia, es bien palpable.

Así y todo mucho me temo que, a este paso, tampoco creeremos la gran noticia de que la justicia funciona bien, que los políticos son limpios y honrados, que la gente es solidaria con el sentir del pueblo. No, tampoco lo creeremos.

Tan solo nos pararemos a pensar y encontrar extraño, cuando alguien nos aconseje poner tomate frito a un bizcocho. Esa será, sin duda, la noticia a destacar del día.

viernes, 12 de abril de 2013

RELATO BREVE


El otro día  tomando unas cañas con mi amigo Felipe, me decía, que la noche anterior, al llegar a su casa, se encontró a su mujer en la cama con un señor. Naturalmente – me seguía contando-, lo primero que hice fue preguntarle:
-¿Quién es ese señor?
Ella, roja como un tomate, no dijo nada.
Pero insistí:
-¿Quién es ese señor?
Ahora ella se quedó pálida como una tuerta (las tuertas también pueden estar pálidas) y tampoco dijo nada.
Por tercera vez rugí como un demonio:
-¿Quién es ese señor?
Y tampoco esta vez obtuve contestación.
Se lo he preguntado más de cien veces, sin que, hasta ahora, haya abierto su boca.
Tú no me conoces – me decía- pero yo soy muy testarudo. No sé lo que tardaré. Pero un día u otro acabara por decirme quién era ese señor.

Y es que hay que ser así. Porque como te vean débil de carácter, ya pueden pasar años, que nunca te dirán quién era aquel señor.

Genial, mi amigo Felipe.