jueves, 3 de noviembre de 2016

LA IMAGINACIÓN

Mañana apacible. Después de haberme procurado un desayuno abundante, tomo mi pluma debidamente cargada de tinta y un cuaderno de hoja blanca, inmaculada, sin raya alguna, como siempre me ha gustado usar para escribir y tomar mis notas.

Me voy con estos bártulos al rincón preferido de casa. Ese rinconcito al que todos en sus casas le tiene especial cariño por su tranquilidad, por su intimidad, por su aislamiento o, quizás, por sentirse uno mismo y donde no hay cabida nada más que para la imaginación.

Y es ahí, en la imaginación, donde me veo, nos vemos, fuertes. Ese lugar –no lugar- en el que es posible realizar todo, absolutamente todo.

Entonces irremediablemente vienen a la memoria las mil y una cosas: vivencias, lecturas, pensamientos que se han tenido recientemente e incluso los inculcados a lo largo de los años vividos, con luz meridiana.

A la espera, como si se tratase de aguardar al alba la salida del astro Sol, se encuentran mis bártulos; mi pluma y papel. Instrumentos que tienen un poder inconmensurable y no sólo mediáticamente hablando, sino porque ejerce como depositario perenne, como fiel conductor del sentir más íntimo; nuestra imaginación.

Qué momento más delicioso. Qué sensación tan agradable la de desenroscar el capuchón, la del olor a tinta, a papel, a mi rincón, a la mañana apacible, al olor a todas las cosas ya que, aunque no estén mi alrededor, con mi imaginación, puedo sentirlo igualmente.

Todo está en orden, todo está en su sitio, todo bien procurado para que salgan los sentimientos sobre una noticia, un suceso, un recuerdo, una nostalgia, algo jocoso, un quejío, un deseo o una alabanza.

Me deleito.

Empiezo a escribir.




4 comentarios:

JAIME BELLIDO FEMENIA dijo...

Un artista, sin más palabras, para qué?

Manuel dijo...

Gracias, mi querido amigo Jaime. Se agradece tu comentario. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Qué bien lo describes y qué cercano lo siento. Me llega el olor del blanco inmaculado del papel, de la tinta. Me llega el sosiego y la tranquilidad del lugar. Simplemente genial.
CCH

Manuel dijo...

Muy amable, CCH. Gracias.